Experiencias

Osaka (Japón)

Jesús Artero: «El día a día con los japoneses es un mundo lleno de sorpresas y choques culturales»

11/02/2019

Jesús Manuel Artero López es un sevillano de 29 años y amante de la cultura japonesa que nunca imaginó que acabaría realizando un proyecto de vida en Japón. Tras estudiar una licenciatura y máster de economía, y a tan solo un año de acabar el doctorado, decidió no desaprovechar la primera convocatoria del programa Working Holiday para conocer en primera persona la vida japonesa. Hacerse un hueco en Japón no es fácil, pero tras más de un año de mucho esfuerzo, actualmente hace malabares para compaginar sus estudios de doctorado y japonés con la enseñanza de español en una academia de Tokio.

CEXT- ¿Qué te llevó a vivir en Japón?

Jesús- Cuando terminé mi máster en 2015, me encontré de repente con mucho tiempo libre (la posibilidad de encontrar empleo de lo mío en esos momentos era toda una quimera). Entonces vino a mi mente el recuerdo de un compañero de universidad que estudiaba japonés cuando yo estaba en segundo de economía. Era un libro de japonés elemental y… fue amor a primera vista… con el japonés. Le pedí a mi amigo que me prestara el libro, y a partir de ese momento aumentó exponencialmente mi interés por todo lo relacionado con el japonés.

Así, años después, y tras recordar el gusanillo que tenía por el japonés, pensé: “Por qué no, voy a apuntarme a un curso de japonés como hobby”. Y lo que parecía un hobby se escapó de todo control. Empecé a conocer a japoneses en intercambios de idiomas, participar cada vez más en eventos culturales japoneses, conocer a mi actual esposa… Y justo cuando más deseaba ir a Japón, apareció la oportunidad del visado Working Holiday.

CEXT- Ahora que vives allí, ¿te ha decepcionado algo o ha superado tus expectativas?

Jesús- Japón, como todos los países, tiene características culturales, sociales o económicas que no se adaptan a tu perfil cultural o a tus expectativas. Pero no lo llamaría decepción, porque las cosas que considero negativas de Japón, a la larga, también han supuesto un aprendizaje único para desarrollarme como persona. Una vez descrito lo difícil, por supuesto, Japón superó con creces mis expectativas en todos los aspectos. Ingenuo de mí, pensaba que mi conocimiento de la cultura japonesa a través de bloggers que viven en Japón y de conocer a japoneses en Sevilla, era más que suficiente para hacerme una idea del país. Y estaba totalmente equivocado. La cultura japonesa, la idiosincrasia de este país, su patrimonio histórico… Todos los aspectos son tan profundos que humildemente pienso que es imposible hacerse una mínima idea de lo que comprende hasta que resides aquí.

CEXT- Se dice que encontrar trabajo en Japón es muy fácil. ¿Cómo fue tu experiencia? ¿Dirías que estás donde quieres estar?

Jesús- Trabajar en el sentido más general del término, es súper sencillo en Japón. Tanto la falta de mano de obra en fábricas o sectores de la alimentación y la tercera edad, como la cercanía de las olimpiadas, hace que Japón esté prácticamente desesperada por recibir mano de obra extranjera. En mi caso, tuve la suerte de tener un vecino madrileño donde yo vivía (en Saitama). Él me ayudó muchísimo y me facilitó la entrada a una fábrica de productos de alimentación de emergencia en caso de desastres naturales. Como todas las fábricas, el trabajo era muy físico y duro, pero al estar recién llegado a Japón consideraba que no tenía muchas más opciones. Gracias a la fábrica aprendí a manejar el japonés bajo presión y perdí casi 14 kilos.

Luego, tras realizar un curso de profesorado de español en el Instituto Cervantes, conseguí empleo en una academia de español en Tokio y aparte imparto clases particulares en cafeterías. Para seguir mejorando mi japonés, también trabajo en una residencia de ancianos. Escuchar las vivencias de los ancianos japoneses y recibir su agradecimiento por mi ayuda tiene un valor incalculable para mí.

Así que, actualmente, creo que puedo considerar que estoy donde quiero estar, pero no hay que confundirlo con alcanzar una meta. Me gustaría alcanzar la enseñanza del español y la economía en el ámbito universitario japonés, pero creo que aún necesito avanzar más mi japonés para ello.

CEXT- Se dice que los que vamos con Working Holiday viajamos mucho. ¿Has podido ver mucho de Japón?

Jesús- Pues creo que esta es una de las paradojas más importantes del visado. El propio nombre indica la intención de realizar muchos viajes por el país. Sin embargo, con este visado no está permitido disfrutar de las ventajas y descuentos de los transportes japoneses, ni te permite aceptar contratos laborales estables que te doten de recursos económicos para viajar sin problemas. Gracias a que mi esposa es japonesa me ha facilitado mucho viajar a sitios tan bonitos y recomendables como Kagoshima, Gunma, Nikko o Kamakura. Pero creo que he viajado muy poco en función de lo que se espera de un “working holiday”. Creo que habría que redefinir este concepto en el visado, o permitir los descuentos de transportes.

CEXT- ¿Cómo es vivir con japoneses?

Jesús- Al principio, el día a día con los japoneses es un mundo lleno de sorpresas y choques culturales; ya sea en la forma de comer, expresar cosas, horarios de las actividades, etc. Creo que gracias a venir a Japón con la predisposición e ilusión de hacer vida a la japonesa me facilitó superar e incluso ver el encanto de todas las diferencias. Lo que no acabo de acostumbrarme del todo es al aura de “estrés” con el que viven los japoneses, con el trabajo siempre muy presente en sus pensamientos. Eso provoca que no tengan la costumbre de realizar actividades recreativas por el mero fin de disfrutarlas, como dar un paseo al parque, tomar algo en una cafetería… Siempre “tiene” que haber un objetivo productivo detrás de cada una de ellas. Al convivir con ellos “se pega” y entonces creo que ahora no sé disfrutar de mis ratos libres como cuando vivía en España. Podría decir que es el punto más negativo de la convivencia con los japoneses.

CEXT- ¿Por qué crees que a los japoneses les gusta tanto España?

Jesús- Más que España, bajo mi experiencia como profesor diría que a los japoneses les gusta mucho más la cultura latinoamericana. Por supuesto, el flamenco tiene un arraigo muy fuerte en Japón, pero no tan fuerte como el interés en Latinoamérica. Yo creo que lo  que más les gusta de España es la “pasión” que caracteriza a nuestros bailes culturales, forma de vivir la vida, de expresarnos. Por eso casi siempre nos etiquetan con una palabra, “akarui”, que significa algo así como que los españoles irradiamos luz y mucha alegría al expresarnos.

CEXT- Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de Japón? ¿Y lo que menos?

Jesús- Lo que más me gusta de Japón es la animación japonesa o “anime”. Pero no me refiero al típico ámbito considerado “friki”. Creo que el anime japonés abarca tantos géneros y temáticas con un grado de profundidad y reflexión tan admirable que no me hace extrañar que sea el producto más exportado del país. Por ejemplo, puedo citar las películas del Estudio Ghibli que ilustran mejor que yo lo que quiero decir.

Lo que menos me gusta de Japón es la predisposición a los desastres naturales de cualquier tipo. Por suerte aun no he vivido alguno especialmente fuerte, pero siempre tienes esa pequeña tensión en tu interior de que puede llegar en cualquier momento y no tienes ni idea de las consecuencias que tendrá. Y la cultura del trabajo como núcleo de todos los hechos culturales y sociales, que creo que merece más de una crítica, al afectar, desde mi punto de vista cultural, a la conciliación del ocio y el disfrute familiar o de las amistades.

CEXT- ¿Echas de menos algo de tu tierra?

Jesús- ¡Claro que sí! El gazpacho, las chacinas, los potajes… ¡qué hambre me entra! Echo también mucho de menos a mi familia y mis amigos. La facilidad de poder llamarles sin previo aviso para ir a tomar un café, dar una vuelta o cualquier cosa, no te das cuenta del valor que tiene hasta que vives en otro país. Echo también de menos el ritmo de vida más pausado (y creo que más saludable) de España. Aunque también hay otras cosas que no echo de menos, como la situación laboral o la suciedad de las calles.

CEXT- Por último, ¿qué le dirías a aquellos interesados en solicitar el visado Working Holiday?

Jesús- Les diría que no duden ni por un segundo en solicitarlo, porque vivir en Japón es una experiencia única que te hace crecer como persona de una forma que difícilmente llegas a alcanzar en tu propio país. Sumergirte en una cultura completamente distinta tiene sus dificultades, pero los aspectos positivos son infinitamente superiores. Estoy seguro de que nadie se arrepentirá. Eso sí, creo que hay que dejar claro que si viajas sin unos ahorros previos, pensando en sufragar los viajes en Japón con el sueldo de aquí, va a ser realmente difícil.

Una entrevista de Elena Martín para CEXT

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