En los últimos años el número de emigrantes en todo el mundo se ha visto en aumento. La causa principal para eso podría ser la búsqueda de una mejor vida dentro de otras latitudes, pero la verdad es que son muchos los factores que entran en juego cuando se toma la decisión de mudarse a otro país.

Ese proceso trae consigo muchos cambios positivos y negativos que afectan el balance emocional de las personas. En el caso de tu proceso de migración te haya bajado la autoestima, aprende cómo levantarla en Gananci.

Si el caso es más grave y afecta más que tu autoestima, lo más probable es que estés pasando por una especie de duelo que se conoce comúnmente como la depresión migratoria. Esta afección emocional, física y mental, es muy común entre las personas que se ven en una encrucijada particular de la vida, la de dejar el país de origen para vivir en otro.

El choque cultural, la falta de la zona de confort que brindan los amigos, la familia y todos los factores conocidos del ambiente, son los detonantes clásicos de este trastorno. Los efectos negativos de vivir con depresión migratoria pueden afectar considerablemente el estilo de vida de quien la padezca; sumergiéndolo en muchos casos, en un periodo de inactividad y desazón, que no es nada útil para alguien que se enfrenta a la realidad de un nuevo país.

Para ayudarte afrontar todos los problemas que trae consigo la depresión migratoria, en este artículo te dotaremos con varios trucos que te permitirán vivir más tranquilo. Aplica cada uno de ellos, y evidencia en corto plazo lo mucho que tu vida, y la percepción que tienes de tu situación, pueden cambiar para mejor.

1. Deja de lado la inactividad: Este es el síntoma más claro de la depresión migratoria, el cual impide a las personas que lo padecen, ponerse en marcha para cumplir con sus objetivos. Para combatirlo lo más importante es dejar de lado la inactividad, y eso solo lo lograrás al tomar acciones.

Por ejemplo, puedes comenzar a realizar esas actividades (deportes o hobbies) que en tu país natal te llenaban y te hacían feliz. Busca en tu nueva ciudad lugares donde puedas realizarla de forma gratuita o al aire libre y haz que ellas despejen tu mente.

2. Enfócate en lo positivo: La depresión migratoria está estrechamente ligada a la falta de inteligencia emocional o al pobre manejo de la misma. Los pensamientos negativos son la forma más común en la cual nuestras emociones nos afectan y nos hacen entrar en estados donde nada nos hace feliz.

Para combatirlos exitosamente, debes tratar de sustituirlos siempre por pensamientos positivos. Requerirá de mucho esfuerzo, pero si lo consigues, lograrás ver lo que te rodea con otros tintes más amigables. Mudarse a todo un lugar nuevo siempre tiene cosas buenas, el descubrir cuales son es parte del encanto, así que anímate.

3. Consigue un propósito: Sin importar cuál sea el factor que te motivó a emigrar, es importante que sepas sacar de él un propósito claro que te permita darle más significado a tu estadía en ese nuevo lugar. Si saliste de tu país para conseguir mejores oportunidades laborales, prepárate y haz lo posible para lograr hacer realidad ese objetivo.

La falta de propósito o de acciones que ayuden a cumplirlos suelen crear en las personas cierto resentimiento que no es nada productivo. Sabemos que la realidad en un país nuevo puede que no te permita lograr tus propósitos a corto plazo, como es lo deseado; pero si ese es tu caso, al menos asegúrate de hacer algo cada día que te acerque más a hacer realidad tus sueños.

4. Sé resolutivo: Adentrarse en un nuevo país suele ser una acción que está repleta de incertidumbres y problemas que tal vez los locales resuelvan rápidamente, pero no un recién emigrante. Si te identificas con ese escenario, el mejor truco que puedes aplicar es construir para ti una capacidad resolutiva que sea efectiva.

Con esa herramienta podrás enfrentar sin problemas cualquier cambio drástico que suponga vivir en un nuevo país. Lo importante es no dejarse abatir por esos cambios, e ir con la mente preparara para afrontarlos con la mejor actitud.

5. Deja el añoro: Por último te brindamos este truco que tal vez sea el más difícil de aplicar. Extrañar lo que se dejó atrás siempre será una constante en la vida de los emigrantes, lo que no hay que hacer es dejar que esa añoranza no nos permita avanzar y aprovechar todas las oportunidades.

Piensa en lo que dejaste y extráñalo, pero una vez termines, toma acción y haz que las cosas positivas que quieras para ti sucedan. Sé agradecido y humilde y convierte tus experiencias pasadas en el motor para hacer tu ahora mucho mejor.

Un artículo de Edith Gómez para Cext.