Con la llegada del frío a Lisboa, las calles se llenan de puestos de castañas asadas y a primeros de diciembre se hace el alumbrado público navideño, pero ¿en qué consiste la auténtica temporada navideña en Portugal?

 Aparte de las luces LED que recorren toda la ciudad, la programación navideña es infinita: en la Praça do Comércio se instala un árbol de Navidad iluminado de 30 metros de altura al que se accede desde dentro para contemplarlo. Además, ya es tradición un espectáculo de videomapping que este año se traslada a la fuente de Alameda, más alejada del centro. Distintos mercados navideños  se instalan en el Miradouro de São Pedro de Alcântara, la plaza de toros de Entrecampos o la Praça de Dom Pedro VI, aunque el mayor espectáculo natalicio es sin duda Wonderland, en el Parque Eduardo VII, con pista de hielo para patinar de forma gratuita, puestos de artesanía, comida y productos navideños o una increíble y veloz noria desde la que se contempla Lisboa entera. Además, Papá Noel y sus duendes hacen aparición en diversos desfiles a lo largo de lo largo y ancho de la ciudad.

 Durante el mes de diciembre la música ocupa un lugar clave con los conciertos navideños en iglesias y edificios históricos de la capital, así como en la Praça do Comércio, donde se instala un escenario enorme y hay conciertos toda la tarde y noche del 31 de diciembre para despedir el año.

 Entre las iniciativas solidarias, la más curiosa tiene lugar el 22 de diciembre, donde se instala una cuerda a lo largo de la Avenida da Liberdade para que los lisboetas tiendan abrigos, chaquetones o ropa de abrigo para que los sintecho pasen mejor las frías noches de diciembre y enero.

 Esto, de cara a la ciudad, pero ¿cuáles son las tradiciones que viven los portugueses para celebrar estos días tan esperados? Al igual que en España, se trata de una fecha muy familiar. En Nochebuena y Navidad es tradición que se reúnan las familias, de hecho la noche del 24 se suele cenar el característico bacalao y los deliciosos postres y dulces portugueses (farófias, filhoas, azevias, rebanadas, coscorões, sonhos…). Para el 25, el plato principal suele ser pavo o cordero asado, también en familia y es en estos días cuando se intercambian los regalos que esperan bajo el árbol.

 Aunque en muchos hogares la Nochevieja también es una celebración familiar, al igual que en España las fiestas de año nuevo y cotillones han ido ganando peso con los años. Así, en Lisboa se despide el año frente al río Tajo, en la Praça do Comércio, donde miles de personas asisten a los conciertos y fuegos artificiales de Año Nuevo. En este caso no se comen uvas, sino doce pasas que son mucho más fáciles de digerir y se brinda con champán para atraer la suerte. La Nochevieja es una de las noches más largas del año y la fiesta puede extenderse toda la madrugada hasta la salida del sol. A media hora de Lisboa, en Carcavelos los valientes se lanzan al mar para comenzar el año con buen pie y una buena tiritona.

 Al contrario que en España, los Reyes Magos no se celebran en Portugal, aunque no por ello se quedan sin Roscón. El bolo-rei es un bollo anular, con fruta escarchada y frutos secos que se consume a lo largo de todo el periodo navideño, y también oculta un haba o un premio. El 6 de enero marca la fecha para quitar el árbol y el belén, ambas tradiciones muy implantadas en el país luso.

 Boas festas, caros leitores!