Cultura

Lisboa (Portugal)

Entrevista a Cristian Rodríguez, codirector del festival Queer Lisboa e Porto

16/09/2020

Cristian Rodríguez

Septiembre en Lisboa es mes de cine, y el día 18 arranca la 24ª edición del Queer Lisboa. En esta entrevista con el cántabro Cristian Rodríguez, codirector del festival, hablamos de su experiencia, de cultura en tiempos de pandemia y de qué podemos esperar esta semana de un evento con tanta solera en el tejido cultural de Portugal.

CEXT – Antes de trabajar en el festival de cine Queer en Lisboa, habías vivido en Açores. ¿Cómo llegas del idilio portugués a codirigir uno de los festivales más importantes del país?

En Açores comenzé a trabajar en festivales de cine organizando Panazorean International Film Festival. Cuando me mudé a Lisboa en 2014, comenzé a buscar trabajo en esta misma área y en 2015 me contactaron para hacer producción en Queer Lisboa. Tras mi primera edición, João Ferreira, director artístico y gran impulsor del concepto actual que está detrás del festival, me propuso codirigirlo junto a él. Es algo que, cinco años después, continúo a valorar como un honor; un trabajo muy bonito y del que espero estar a la altura.

CEXT – Para nuestros lectores en Portugal que lo desconozcan, ¿qué es el festival Queer Lisboa?

Es el festival de cine más antiguo de la ciudad. Comenzó en 1997 en una pequeña sala de proyecciones en Belém. Desde entonces, ha ido cambiando y creciendo, sobre todo gracias al importante apoyo de instituciones públicas como la Câmara Municipal de Lisboa y el ICA – Instituto do Cinema e do Audiovisual, y evolucionando hasta establecerse como una cita imprescindible con lo mejor del cine queer que se produce cada año. Contamos con secciones competitivas y no competitivas, actividades, debates, performances, etc; y, a partir de la sede del Cinema São Jorge, celebramos también proyecciones, y organizamos otros programas durante el resto del año, en la Cinemateca Portuguesa.

En 2007 pasó de denominarse Festival de Cinema Gay e Lésbico de Lisboa a adoptar el nombre de Queer Lisboa. Esta adopción del término queer responde a un interés por tratar cuestiones que van más allá del espectro LGBTQI+ y que engloban conceptos más amplios como pueden ser la identidad, los cuerpos o el deseo, sin tener que ceñirse obligatoriamente a la causa LGBTQI+, aunque siempre manteniendo su cariz político en dicho sentido. Además, el festival ha ganado un aura de prestigio por la calidad de los filmes programados. Somos muy exigentes con el nivel cinéfilo de las obras que presentamos y buscamos siempre en las mismas un componente de desafío, de unicidad, de innovación. Muchas veces nos preguntan cuál es la razón para haber incluido en el programa una cierta película cuyos protagonistas, por ejemplo, no son gays o trans, cuando en realidad creemos que esa obra, aunque no sea diametralmente LGBTQI+, da pie a discutir ideas, temas y puntos de vista que enriquecen el diálogo sobre lo que es, puede ser o debe ser lo queer; buscamos películas y objetos artísticos que sugieran una mirada queer sobre el mundo, y entendemos dicho concepto como un espacio de intersección entre problemáticas también muy ligadas a las minorías, a realidades como la xenofobia, las migraciones y la salud física y mental, o a movimientos como la ecologia, el pós-colonialismo o la pós-pornografía. 

CEXT – En 2015 el festival creció con la creación de Queer Porto. ¿Cómo ha sido la recepción y compaginar la organización de ambas sedes?

Queer Porto es un proyecto soñado desde hace años que conseguimos arrancar oficiamente en 2015 gracias al apoyo de la Câmara Municipal do Porto. No se trata de una réplica del de Lisboa (pues hablamos de ciudades y públicos diferentes), sino que estamos ante un festival con un programa completamente independiente, con invitados y actividades diferentes. Se celebra tres semanas después de Queer Lisboa, es organizado por el mismo equipo y trabajamos ambos eventos en paralelo. Es siempre estimulante decidir qué películas programar y qué temas transversales tocar cada año en el programa de cada evento.

El año pasado Queer Porto cumplió cinco años, y hacemos un balance bastante positivo de estas primeras ediciones. El público en Oporto ha respondido muy bien, sobre todo el más joven y ligado a las universidades, un ámbito en el que pretendemos enfocarnos a partir de ahora con la colaboración con la Reitoria da Universidade do Porto.

CEXT – ¿Qué puede esperar el público en esta 24ª edición de Queer Lisboa? ¿Por qué no hay que perdérselo?

Queer Lisboa siempre es una excusa perfecta para visitar el fantástico Cinema São Jorge y para dejarse conquistar por las sorpresas del programa. Como cada año, contamos con algunos de los títulos de cine queer más fuertes de la temporada (películas que llegan de los certámenes de Cannes, Venecia, Toronto o Berlinale), y con el rescate, en particular en esta edición, de una serie de clásicos vintage decisivos en la construcción de una cinematografía queer. Por ejemplo, poder ver en la terraza de la Cinemateca Portuguesa el legendario documental «Race d’Ep!», de Lionel Soukaz y Guy Hocquenghem, va a ser una ocasión única.

También lo será disfrutar del programa especial que hemos preparado para la Sala 2, un Queer Focus que se compone de seis sesiones especiales alrededor de las palabras ‘cruising‘, ‘piel’, ‘memoria’, ‘sexo’, ‘cuerpos’ y ‘juego’. Estos son los conceptos que sirven este año como términos paraguas para ambos festivales; términos que evocan expresiones, identidades y prácticas de la cultura queer muy puestas en entredicho en este período de pandemia, pero con los que queremos reafirmar la necesidad de reflexión y de establecer vínculos entre el contexto actual y aspectos de la historia reciente de la comunidad LGBTQI+.

CEXT – Supongo que la organización este año ha debido ser especialmente difícil. ¿Cómo os ha afectado y os habéis adaptado para sacar el festival en medio de una pandemia?

Está siendo un año surrealista para todos y es algo que también ha afectado a la organización de los festivales de cine. La cultura está siendo fuertemente castigada y olvidada por nuestros gobernantes, y, precisamente por eso era importantísimo luchar más que nunca y sacar fuerzas de donde fuese para hacer frente a este desafío en que se ha convertido 2020. Desde el primer momento intentamos no tener que cancelar el festival ni convertirlo en una cita on-line, pues entendemos la experiencia de ir al cine como algo comunitario y presencial, y porque queríamos reivindicar el concepto de comunidad.

Como consecuencia de los agresivos cortes presupuestarios y de las restricciones impuestas por la pandemia, tuvimos que readaptar y reducir la programación, el número de invitades y los eventos paralelos. En una altura en que tanto se habla de «distanciamento social», decidimos asumir los festivales en su formato presencial y rechazar la idea de la «no socialización» (preferimos hablar de «distanciamente físico»). Vamos a hacerlo cumpliendo con las normas fundamentales impuestas por la Direção Geral da Saúde y garantizando el bienestar y la seguridad de todos los asistentes. Va a ser una edición extraña, pero también, creemos, bastante necesaria.

CEXT – ¿Consideras que hay una buena relación entre las cinematografías portuguesa y española? ¿Contáis con el apoyo de alguna institución española en la organización del Queer Lisboa?

Más allá de las diferencias entre ambas cinematografías, y de las fricciones que permean la relación entre ambos países, han surgido a lo largo de los últimos años una serie de escenas y relizadores, mayoritariamente adscritas al denominado ‘cine en los márgenes’, altamente estimulantes, tanto en España como en Portugal. Los festivales portugueses han respondido a las cintas españolas ofreciéndoles un lugar en sus programas, y viceversa, lo que ha generado un rico diálogo entre dichas voces y ámbitos.

En Queer Lisboa contamos con los inestimables apoyos de la Embajada de España en Portugal y de AC/E – Acción Cultural Española, y ocasionalmente también con el apoyo del Institut Ramon Llull. Gracias a los mismos conseguimos costear la programación de títulos de nacionalidad española e invitar a Lisboa y a Oporto a representantes de las obras seleccionadas. Son apoyos que nunca nos cansamos de agradecer, colaboraciones clave para ayudar a reforzar el diálogo cultural entre ambos países. 

CEXT – ¿Qué nos puedes decir de las producciones españolas que se proyectan en esta edición del Queer?

Me gustaría destacar un cortometraje fabuloso, que estará en competición, realizado por el colectivo nucbeade, las jóvenes artistas Quiela Nuc e Andrea Beade. Se dedican a rescatar nombres y relatos que quedaron fuera de la historiografía hegemónica, y en este corto, que se titula «Una Dedicatoria a lo Bestia», analizan una serie de objetos encontrados en la sede del Patronato de Protección a la Mujer de San Fernando de Henares, que estuvo en funcionamiento de 1944 a 1985. Es casi un ensayo, a medio camino entre la arqueología feminista y la reivindicación de la memoria histórica, y nos pareció muy relevante exhibirlo.

Contamos, además, con otras dos co-producciones españolas: la genial animación «Carne», de la también jovencísima brasileña Camila Kater, que trata sobre la experiencia de cinco mujeres con su propio cuerpo desde la niñez hasta la vejez, y que ya ha cosechado más de treinta premios internacionales; y «Hiding in the Lights» de la artista experimental alemana Katrina Daschner, que compite en Queer Art, una sección dedicada a películas que cuestionan el concepto de narrativa clásica y a obras cuyos mimbres se cruzan con el de otras disciplinas artísticas. 

 

Una entrevista de Jose Alberto Arias para CEXT

!Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí