Comienza diciembre y el color rojo de las nochebuenas (flores de pascua) inunda cada rincón de la ciudad. En todas direcciones circulan coches que transportan abetos atados al techo, y las luces de colores iluminan edificios y plazas, indicándonos que llegó la Navidad a la capital.

Esta es una de las épocas favoritas de los mexicanos, cargada de tradiciones únicas. A principios de mes, padres e hijos acuden al Bosque de los Árboles de Navidad, en el Estado de México, para talar el pino que adornará su hogar durante las fiestas.

No hay diciembre que se precie sin la emblemática pista de patinaje sobre hielo, que se encuentra en el Monumento de la Revolución. Este es, según National Geographic, uno de los lugares más bellos del mundo para visitar por estas fechas. La entrada es gratuita y el parque permanecerá abierto hasta el 11 de enero.

Pasear por el centro y disfrutar del ambiente navideño resulta casi obligatorio. El zócalo capitalino se verá muy distinto, revestido por un jardín de nochebuenas que rememora los años cuarenta.

Aunque, al igual que hacemos en España, los mexicanos cenan en familia en Nochebuena, esperan a Papá Noel, parten el año con 12 uvas y reciben a los Reyes Magos, también cuentan con celebraciones populares únicas.

Desde tiempos coloniales se celebran las tradicionales posadas, entre el 16 y el 24 de diciembre. En estas representaciones los vecinos peregrinan junto a María y José tocando de puerta en puerta en busca de un lugar para que nazca el niño Jesús. Entonando villancicos, festejan, comen platillos tradicionales y rompen la piñata, uno de los símbolos distintivos de la Navidad mexicana.

Con forma de estrella de siete puntas, la piñata simboliza los siete pecados capitales. Por ello, debe destruirse golpeándola con un palo. Al destrozarla te despojas de las tentaciones, y recibes como recompensa los dulces, cacahuetes y frutos que guarda en su interior.

Durante el mes se celebran decenas de posadas que varían por temática (juguetes, gatos, The Beatles, etc.) pero si optas por una más tradicional Xochitla resulta buena opción.

Las obras teatrales en las que se escenifica el nacimiento de Jesús, conocidas como pastorelas, son otro evento representativo de la navidad mexicana.

La tradición gastronómica también se sienta a la mesa. Los romeritos con mole, tamales, el pozole y el ponche son los platillos por excelencia en las cenas de Nochebuena y Fin de año.

Foto: Instagram @mexico_mx

Un artículo de Sandra Capote