Ciudadanía

Johannesburgo (República de Sudáfrica)

Tres pistas para moverse por Johannesburgo como un local

18/06/2019

Johannesburgo puede parecer al recién llegado una ciudad hostil: enorme, en absoluto preparada para los peatones y con mala fama. Hasta hace no tanto fue una de las ciudades más peligrosas del mundo y, aunque hoy aún conviene ser precavido, pocos de los que se mudan o viajan a Sudáfrica son conscientes de que, por ejemplo, la turística Ciudad del Cabo tiene peores índices de crímenes.

Sin ser una ciudad monumental, “Jozi” o “Joburg”, como la llaman sus habitantes, tiene un encanto particular de gran capital industrial, donde todo el mundo es bienvenido. No en vano, nació como un lugar a donde acudían todo tipo de personas en busca de trabajo, gracias a los yacimientos de oro en sus alrededores. Es, no obstante, un lugar en el que hay que aprender a manejarse para poder disfrutarlo. Aquí van tres pistas básicas:

  • Ten en cuenta la geografía y las huellas del “apartheid”: casi todos los expatriados y turistas en Johannesburgo acaban en el barrio de Sandton. Es un suburbio del norte que se convirtió en el gran núcleo de negocios a partir de los 90, cuando las sedes de las grandes empresas en manos blancas abandonaron el centro de la ciudad a su suerte –aún es una zona poco segura–  tras la caída de las restricciones segregacionistas. Es tu sitio si prefieres sentir que nunca abandonaste Europa o visitar centros comerciales, pero Joburg tiene mucho más que ofrecer. Con barrios como el “hipster” Braamfontein o zonas de restaurantes y bares como Parkhurst o Melville (especialmente para estudiantes), merece la pena darse una vuelta para ver lo que ofrece Johannesburgo más allá de lo típico.
  • Para desplazarte, siempre en cuatro ruedas: en Johannesburgo no existe realmente el transporte público, apenas un sistema de minibuses privados con fama –merecida– de estar controlados por mafias y de ser uno de los mayores peligros de las carreteras de la ciudad. La gente de clase media hacia arriba (especialmente la población blanca) se mueve siempre en coche. En pocos casos va a ser posible o recomendable ir caminando a tu destino así que, de no querer conducir, la mejor alternativa son servicios como Uber. Baratos pese a las largas distancias, cuentan con una red muy amplia de vehículos y los usa todo el mundo.
  • Una oferta cultural y de ocio dinámica, pero escondida: la vida cultural de Johannesburgo está en constante cambio y muchas veces a ese sitio “donde todo el mundo va” le dura la fama solo un par de meses. Hay restaurantes de todo tipo y nacionalidad impulsados por la variada inmigración, núcleos de arte contemporáneo, mercados de comida como el Neighbourgoods Market que te dejarán con ganas de probarlo todo o lugares recién rehabilitados que combinan un poco de todo como Victoria Yards. En general, Johannesburgo es una ciudad en constante reinvención, pero para descubrir sus secretos tendrás que ir mucho más allá de las atracciones obvias.

Si quieres saber más pistas útiles para hacerte con la ciudad puedes visitar el blog Joburg Expat o mantenerte alerta de las novedades en What’s On In Joburg.

Un artículo de Nerea González para CEXT

!Aviso de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios y mostrar a los usuarios publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si se continúa navegando, consideramos que se acepta su uso. Es posible cambiar la configuración u obtener más información aquí