CEXT- ¿Cuáles son sus principales preocupaciones en torno a los movimientos migratorios del siglo XXI?

Los datos que facilita Naciones Unidas al respecto, correspondientes a 2016, hablan de más de 240 millones de personas desplazadas, de las cuales más de 65 millones pueden considerarse refugiados, sin embargo, desde el inicio de la crisis en 2008 se ha observado una ralentización en el crecimiento de la población mundial de migrantes. También el número de personas que se desplaza de Sur a Norte, se ha igualado a los desplazados Sur-Sur, así como la cifra de hombres y mujeres. Asimismo, hay que destacar el aumento de migrantes con estudios superiores y el de personas muy cualificadas hacia países de la OCDE.

Todos estos datos vienen a confirmar un cambio, un antes y un después de la crisis. Ahora bien, lo que pase en el futuro es impredecible. Los conflictos armados en África y Oriente Medio, junto con la conflictiva situación que vive Venezuela, son hoy por hoy las mayores fuentes de emigrantes y de demandantes de asilo y refugio, de personas que necesitan ayuda sanitaria y social, y cubrir las necesidades básicas de quienes llegan a nuestro país es nuestra preocupación más importante, satisfacer estas demandas de alojamiento, manutención, asistencia sanitaria y social, para quesea posible su integración.

España se ha sumado ya al Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada, que promueve Naciones Unidas y hemos iniciado las consultas con todos los actores implicados en la materia, empezando por la sociedad civil. El reto que tenemos por delante es doble: por un lado atacar la causa de las migraciones forzosas y por otro favorecer la migración regular y voluntaria.

CEXT- Desde la Dirección General de Migraciones, ¿cuáles son las prioridades en cuanto a los jóvenes emigrantes españoles? ¿Existe algún programa específico para ellos?

Los jóvenes españoles que se han desplazado a otros países durante la crisis lo han hecho por motivos económicos y también para completar su formación. Ha sido una migración fundamentalmente a países de nuestro entorno y protagonizada sobre todo por profesionales formados y cualificados, aunque también han participado jóvenes con otras características laborales. No es como las migraciones de los años 60 y 70 del pasado siglo y sus necesidades son diferentes. Durante unos años la Dirección General de Migraciones mantuvo un Programa de Jóvenes, destinado a la formación, la orientación y el aprendizaje de idiomas, un programa que ahora se encuentra pausado porque estamos trabajando en una reorganización que mejore su eficacia y responda a las actuales necesidades de los jóvenes emigrantes.

En estos momentos existen acuerdos de movilidad, que hemos implementado en la estela del “Work and holiday” de Australia, que abarcan otros países como Japón, Canadá, Nueva Zelanda o el Programa de Formación Dual con Alemania. A estos habría que sumar nuestro Portal de Movilidad Internacional y el trabajo de información que desarrollan nuestras Consejerías de Empleo y Seguridad en todo el mundo.

CEXT- ¿Qué medidas se están tomando para conocer las necesidades de este perfil?

Es muy difícil conocer el perfil o las necesidades de los jóvenes emigrantes si ellos mismos no nos las dicen. Para empezar, las cifras de movilidad tienen dos únicas fuentes oficiales, el Padrón de Españoles Residentes en el Exterior (PERE) y el Registro de Matrícula Consular. Si tenemos en cuenta que la mayoría de los que optan por viajar a otro país no comunican su baja en el municipio y no se registran en el Consulado al llegar, la misión se complica mucho.

Tras las últimas elecciones a los Consejos de Residentes Españoles (CRE) han llegado al Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior representantes más jóvenes y ya nos han transmitido algunas características y necesidades de la juventud migrante. Asimismo, estamos atentos para poder actuar ante los posibles efectos negativos que pudiera tener el Brexit sobre los jóvenes emigrantes en el Reino Unido.

CEXT- Si comparamos la emigración española actual con la que tuvo lugar en el siglo anterior, ¿cómo es el perfil del nuevo emigrante? ¿En qué condiciones se produce esta emigración?

La emigración más reciente está formada en buena medida por jóvenes con mayor cualificación, técnicos y profesionales, que hablan idiomas, que generalmente encuentra un buen empleo, en su rama de actividad o en otra. También suelen viajar más informados y creo que muchos ven la emigración como una experiencia, una salida profesional y personal. En cuanto a las condiciones, no se pueden comparar, ahora es más fácil ejercer la libertad individual. Antes, con la llamada “emigración asistida” se desplazaban pueblos enteros y se les asignaban países, ciudades y hasta fábricas o empresas. Llevaban contratos cerrados, alojamientos, condiciones laborales, etc.

Estamos intentando que los jóvenes migrantes dispongan de la máxima información posible, que no ignoren sus derechos, pero tampoco sus obligaciones al salir de España. Esto, que en migraciones anteriores era tan difícil, es algo muy fácil hoy en dia con las nuevas tecnologías

CEXT- Muchos de los jóvenes que emigran nos han expresado su intención de volver a España pero manteniendo las mismas condiciones laborales de las que disfrutan fuera de nuestro país.  ¿Cómo se puede mejorar en este aspecto? ¿Qué facilidades tienen a su alcance para regresar?

Fomentar el retorno es un mandato constitucional y la Dirección General de Migraciones dispone de las Consejerías de Empleo y Seguridad Social para orientar este regreso, de la Oficina Española del Retorno y la Guía del Retorno, para los que vuelven, e incluso tenemos diversas ayudas económicas para casos extraordinarios.

El caso de los salarios y las condiciones laborales es otro tema. España está saliendo de una crisis muy fuerte y está creando empleo pero, sinceramente, creo que muchas empresas no están todavía en condiciones de competir a nivel salarial con lo que cobran los profesionales altamente cualificados en algunos países como para lograr que esta sea la causa principal de retorno. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ya está trabajando en tres objetivos prioritarios:el fomento de la contratación indefinida, la mejora retributiva y la equiparación salarial de hombres y mujeres.

CEXT- Consideramos que el movimiento asociativo de españoles en el exterior es de gran importancia, pero ¿están los españoles expatriados comprometidos con la causa?

El movimiento asociativo en el exterior ha sido y sigue siendo uno de los mayores logros de la emigración española, tanto en América, con sus sociedades centenarias, como en Europa, donde siempre han mantenido una actitud muy reivindicativa. En nuestro Censo de Asociaciones y Centros del Exterior (CACE) están registradas unas 2200 entidades en todo el mundo y muchas de ellas han tendido la mano a los emigrantes más recientes, ofreciendo una ayuda muy valiosa al recién llegado, sobre todo en cuestiones prácticas de la vida diaria. Lo que ocurre es que quienes se han desplazado en los últimos años no forman un grupo homogéneo y algunos no han mostrado interés por acercarse a estas sociedades, mientras que otros han decidido integrarse en las colectividades españolas y aprovechar los cauces de participación que tienen, como los CRE o el CGCEE, ya mencionados. Hay que considerar además el impacto de las nuevas tecnologías, que logran mantener el contacto y el interés a través de las redes sociales o de canales como el que ofrece el CEXT, y esto hace que la gente se desplace menos hasta los centros y asociaciones españolas.

CEXT- ¿A qué cree que puede deberse el escaso número de inscripciones en el registro de Matrícula Consular?

Este registro es competencia del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, pero, en mi opinión, hay jóvenes que no se inscriben porque no saben que es conveniente hacerlo, otros porque piensan que perderán derechos, y bastantes más porque ven su migración como algo temporal.

CEXT- Un mensaje para todos aquellos españoles que actualmente residen fuera de nuestro país.

El primero es dejar claro que el Estado español protege a sus ciudadanos en el exterior y vela por sus intereses. De ahí la necesidad de que los españoles se registren, porque si no tenemos datos suficientes sobre quiénes son, cuántos son, o dónde están, es complicado diseñar las actuaciones adecuadas.

También se debe conocer que somos el país de la Unión Europea que más esfuerzo dedica a atender a sus ciudadanos en el exterior, sobre todo a quienes se encuentran en situaciones de necesidad o vulnerabilidad.

Para terminar, me gustaría animar a los jóvenes españoles que residen fuera de nuestro país a sumarse a la vida asociativa, a contactar con las sociedades que fundaron sus predecesores y a ejercer su derecho de participación, a través de sus órganos de representación específicos, como son los Consejos de Residentes y el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior.

IMAGEN: Europapress