Atrás quedaron las largas colas en los bancos y los quebraderos de cabeza al pensar en todos los papeles a entregar para abrir una cuenta en un banco extranjero. Bélgica pone muchísimas facilidades para ello, sobre todo a los inmigrantes. En algunos casos, es posible abrir una cuenta bancaria sin necesidad de ir a la sucursal físicamente e incluso sin necesidad de haber llegado todavía al país. En este post te ofrecemos información sobre los pasos a seguir y la documentación necesaria para abrir una cuenta en el país belga.

Normalmente sólo piden un documento de identidad -el pasaporte es suficiente- y una prueba de tu llegada, como un contrato de trabajo o nóminas de al menos tres meses seguidos en Bélgica. En el caso de estudiantes en prácticas, puede entregarse un certificado de llegada que suele dar la universidad de origen para que firme la empresa y sirve como prueba de que trabajas en el país.

Una vez conseguida la documentación, es importante saber que algunos bancos que cuentan con servicios especiales para expatriados con un coste anual. Estos incluyen una cuenta corriente, tarjeta de crédito y débito y facilidades en las transferencias, así como algunas ventajas financieras y seguros.Para alguien que acaba de llegar al país y necesita una cuenta pero no sabe muy bien por dónde empezar, esta es una muy buena opción. Los mejores bancos para contratar este servicio son BNP Paribas Fortis, ING y KBC, según la página oficial Comissioner Brussels. Podrás encontrar sucursales de estos bancos distribuidas por toda la ciudad sin problema.

Tan pronto se tiene la cuenta, se puede sacar dinero, hacer pagos y transferencias tanto a nivel nacional como internacional. Aunque es importante comprobar las distintas comisiones de cada banco, ya que aunque en muchos casos no hay ninguna, todos los bancos te recomiendan asegurarse antes de llevarte alguna sorpresa.

Para aquellos que dudan entre si es necesario o no poseer una cuenta bancaria belga, las empresas no suelen pedirla  para pagar la nómina, así como tampoco se necesita para el pago del alquiler o cualquier otro gasto que se pueda hacer mediante transferencia o con tarjeta. Si bien tiene ventajas a la hora de comprar una casa o abrir una cuenta corriente de ahorros, las personas que no tienen pensado estar a largo plazo en el país, podrán mantener su tarjeta española sin inconvenientes.

IMAGEN: Opiniones Bolsa de Bruselas

Un artículo de Claudia Lahuerta para CEXT