Si hay algo que define a los países del sudeste asiático es su caótico y atestado tráfico, y Saigón no iba a ser menos, siendo la ciudad más poblada del país. Este núcleo urbano destaca por su gran cantidad de motos (que en ocasiones circulan por la acera), autobuses públicos y pocos coches, cada vez más grandes y en aumento.

 A pesar de disponer de transporte público, esta ciudad todavía no está preparada para la llegada de los vehículos de cuatro ruedas por lo que ir en autobús puede llevarte hasta tres veces más tiempo que ir en moto. Lo cierto es que es mucho más barato, pero no compensa.

 Para desplazarse lo mejor es usar Grab, o lo que es lo mismo, Uber vietnamita.  Tienes la opción de elegir entre coche o moto y no tienes que preocuparte si no llevas casco porque los conductores llevan uno extra y algunos hasta un chubasquero. Puede convertirse en una experiencia realmente auténtica.

 Sin embargo, lo más recomendable por aquí, al menos hasta que terminen de construir el metro (ya lleva un retraso de 2 años), es alquilar una moto y conducir uno mismo por esta loca pero bonita ciudad. Si eliges esta opción, estos son algunos consejos para disfrutar al máximo de la conducción sin agobiarse:

• Si eres expat, es muy raro que te pidan la licencia de conducir para alquilar. En caso de que te paren, como mucho te pedirán la “blue card”, que es una tarjeta que equivale a la documentación de la moto.
• El tráfico siempre se ve peor desde fuera, no hay que conducir asustado.
• Hay que esperar lo inesperado, las motos pueden salir de cualquier parte y en cualquier sentido y dirección.  
• La acera es una opción siempre que el tráfico se pone pesado.
• En rotondas y cruces lo mejor es ponerse al lado o detrás de una moto o coche que te vaya abriendo el camino.
• La contaminación acústica es una realidad y los pitidos están a la orden del día, así que lo mejor es hacer oídos sordos.
• Es obligatorio llevar casco, incluso aunque este sea el más endeble de todos.
• Si es la primera vez que conduces una moto, lo mejor es alquilar una automática. La conducción manual se hace muy pesada en una ciudad con tanto tráfico donde el máximo es ir a 50km/h.

Lo siguiente es simplemente probar. No hay nada mejor que coger velocidad en una calle sin tráfico después de un largo día en esta gigante y calurosa ciudad.

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Fuente de la imagen: Viaje Diario, 2012. Puedes encontrarla aquí.