Cultura

Houston (Estados Unidos)

Tertulia Literaria con Miguel Gardeta. Instituto de Cultura Hispánica de Houston

06/03/2017

Miguel Gardeta nació en Huesca pero los avatares de la vida le hicieron tener que aventurarse a otras ciudades como Berlín y Londres. Ahora se encuentra en Houston como profesor de español en el Houston Independent School District, y de cara a la tertulia literaria que se celebrará el día 25 de marzo de 2017 en el Instituto de Cultura Hispánica, hemos querido hacerle algunas preguntas sobre su experiencia en Houston.

 

– ¿Cómo fueron tus inicios como escritor?

Comencé escribiendo por casualidad y por aburrimiento. Me explico. Corría el año 2010 y yo trabajaba como reponedor en un supermercado para poder costearme un master que, en un momento determinado, a la mayoría de los graduados se nos ocurre, puede ser una buena idea estudiar. El trabajo en el supermercado se hacía, cada día que pasaba, más y más tedioso, y pasaban más clientes que minutos en aquella posición vertical. Como ya había sucedido en otras ocasiones, especialmente en las clases de Prehistoria a las tres de la tarde, mi mente creó, en aquella ocasión también, una estrategia para evadirme, y escapar de la situación. Dicha estrategia no era otra que inventar una historia. Día a día mi mente volaba hacia el momento exacto donde dejé la historia el día anterior y, poco a poco, personajes y situaciones se hacían cada vez más reales en mi cabeza, solo en mi cabeza. Un tiempo después, con toda la historia ya formada, en una tarde de lluvia y poco o nada que hacer, se me ocurrió empezar a escribir aquella historia que tenía dentro de mí. Lo que sucedió tiempo después, cruce de fronteras, mi primera obra.

En Cruce de fronteras, cuento cómo dos jóvenes se enamoran sin conocer nada el uno del otro, cómo las personas que creemos conocer nos engañan a nuestro alrededor y cómo algo tan lejano y distante en el tiempo y en el espacio como una guerra en un país extraño, nos afecta de tal manera que puede condicionar el resto de nuestra vida.

En el momento de la publicación de cruce de fronteras yo vivía en Londres, como otros muchos jóvenes españoles que intentaron buscar ese el dorado fuera de nuestras fronteras. De hecho viví en Londres y en Berlín, aunque debo confesar que en mi caso fue más experiencial que laboral la causa de mis desvelos, y como tal, aproveché aquellos casi dos años para escribir mi segunda obra, mi no spick London, donde, en forma de diario, y en tono de humor, abordo las miserias y vicisitudes cotidianas de todo emigrante en un país nuevo. Un libro que, aproveché a publicarlo, todo hay que decirlo, durante la explosión de españoles en países europeos.

Sin embargo, todas las experiencias, por bonitas que sean, terminan. Volví a España y trabajé como maestro rural. Mi primer destino fue en la sierra de Albarracín, en Teruel, que por cierto, sí existe y vaya si merece la pena visitarlo. Quedé enamorado de sus gentes, sus paisajes, su comida, todo. Tanto es así que mi tercera novela, suspense de nuevo, no pude por más que ubicarla allí. Sangre de rodeno comienza con un hecho que no es para nada nuevo, como es el asesinato de un vecino en un pequeño pueblo de montaña. La diferencia que yo planteo en esta obra es la posibilidad de que intervenga un elemento sobrenatural en dicho crimen. Por supuesto, nada es tan sencillo como parece ser y el lector es quien debe decidir, personalmente, si quiere creer en dicho elemento sobrenatural o, por el contrario, pensar que todo es fruto de la mente de un perturbado. De hecho, he recibido ya diferentes interpretaciones de muchos lectores, y prometo que he leído muchas que ni siquiera a mí se me habían pasado por la cabeza en el momento de escribirlo.

Tras mi paso por Teruel, continué trabajando como maestro en Aragón hasta que surgió la posibilidad de viajar a los Estados Unidos, como profesor visitante. Como el lector ya ha podido intuir, y como se dice familiarmente en mi tierra soy un culo de mal asiento, así que no lo pensé dos veces y me vine a Houston, donde resido actualmente. Lo cierto es que, de nuevo, Houston fue una casualidad en mi vida. En el momento de escoger destino, me guié, no por preferencias geográficas, si no estadísticas, pues, a decir verdad, aquí era donde más profesores necesitaban, pensé que sería mucho más sencillo entrar en el programa. A día de hoy puedo decir que fue toda una suerte y un acierto pensar de esa manera.

– ¿Qué te parece Houston? ¿Qué recomendaciones nos puedes proporcionar?

Houston es una ciudad increíble en muchos sentidos. Es una ciudad de contrastes, creo que escuché una vez que aquí se hablaban cerca de noventa y cinco idiomas diferentes. Es la Nueva York del siglo XXI. Aquí tienes de todo, solo debes saber buscarlo. Aunque no soy la persona más indicada para dar consejos sobre la ciudad, lo único que me atrevería a decirle a alguien que viene por primera vez es: «déjate llevar». En un rincón olvidado puedes encontrar un bonito restaurante francés y reconciliarte con las terrazas europeas. Puedes descubrir que el picante mexicano no es ni siquiera similar al tailandés o al etíope. Puedes conocer gente magnífica, hospitalaria y pintoresca, desde el puro texano, recién salido de una película del Far West, hasta el más cosmopolita vecino de Brooklyn, acostumbrado a su pastrami y su kosher. Puedes respirar aire puro en uno de los múltiples y grandiosos parques que pueblan la ciudad mientras observas la imponente línea del horizonte con sus monstruos de acero y cristal. Puedes sumergirte en exposiciones de arte de toda clase y para todos los gustos, música en directo en los rincones más insospechados y, en general, una vida cultural, en muchas ocasiones poco conocida, la cual nunca te deja indiferente… podría continuar por horas. La cuestión, como he dicho, es dejarse llevar.

Dentro de unos días, yo mismo voy a formar parte un poco de esa vida cultural de la ciudad. El próximo veinticinco de marzo presento mi última obra En defensa de Plutón, y por ende, me presento a mí mismo y mis anteriores obras pues, en esta ciudad, todavía no he realizado ningún acto público. En defensa de Plutón, mi cuarta obra, de nuevo suspense, se ubica en la ciudad de Berlín. Como puede observar el sagaz lector, siempre ubico mis obras en los lugares donde he vivido, a los cuales les debo, como no, parte de como soy en la actualidad. En esta obra exploro cómo las circunstancias de la vida que nos rodean nos hacen cambiar hasta el punto de convertirnos en algo completamente diferente de lo que éramos en un primer momento. La obra explica la transformación de dos jóvenes al enfrentarse por primera vez a actos de violencia y de sexo que solamente habían visto en películas.

– La Tertulia literaria en el Instituto de Cultura Hispánica de Houston y presentación del libro

Mi presentación se llevará a cabo en el Instituto de Cultura Hispánica de Houston, quienes me han apoyado desde mí llegada a la ciudad y a quienes les debo mucho. Debo puntualizar que más que una presentación per se, se trata de una tertulia literaria donde los asistentes tendrán la oportunidad de conocerme, o conocerme un poco mejor. También existirá momento para comprar mis obras, firma de ejemplares y, por supuesto, estaré abierto a todo tipo de cuestiones y de comentarios.

También está patrocinada por la Casa de España, organización a quienes debo agradecer también que me empujaran para llevar a cabo todo esto, así como otros proyectos que tengo en mente. Por supuesto, ni que decir tiene que, si algún lector está en la ciudad por esas fechas, está más que invitado a asistir, el veinticinco de marzo, sábado, a partir de las cuatro de la tarde en el Instituto de Cultura Hispánica de Houston.

Mucho éxito Miguel.

 

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