Gastronomía

Perth (Australia)

Miguel Maestre: «Es muy fácil criticar a cocineros por echar chorizo a la paella»

19/06/2017

Una tarde de domingo, CEXT se trasladó hasta Melbourne para entrevistar al chef español Miguel Maestre, que como Embajador del Festival de Cine Español en Australia, presentaba el documental de Sara Baras ‘Todas las Voces’. La entrevista tuvo lugar en el Palace Cinema Como después de su chispeante discurso, el cual hizo soltar varias carcajadas entre el público. Un enorme placer compartir unas palabras con este murciano que llegó con los bolsillos vacíos y las maletas llenas de sueños y triunfó para hacerse un hueco en los salones de los australianos todos los viernes por la noche.

CEXT:Primero La Cruz del Mérito Civil, luego los tresLoggies y ahora Embajador del Festival de Cine Español en Australia, ¿Cómo te sientes?

MM: Todos son muy diferentes entre ellos pero llevan el mismo camino: duro trabajo. Cuando eres un inmigrante como yo que vives tan lejos de tu país, intentas ser más español que cuando vivías en España. En mi caso, por ser la cara de nuestro país en Australia, siento que es como una obligación mostrarles que los españoles somos muy graciosos y triunfamos en todo lo que hacemos. Recuerdo el día en el que El Consulado me llamó para decirme que el rey me había escrito una carta, imagínate cómo me sentí, yo que soy un garrulillo de Murcia que vine aquí de una familia normal y corriente, pues fue algo completamente inesperado. Especialmente porque todo el proceso de ser finalista para el mérito civil es muy competitivo, los otros cocineros que habían sido nominados son ídolos, son el Elvis Presley de la cocina, como Juan María Arzak o FerranAdriá, que son mejores cocineros que yo. Pregunté que si estaban seguros de que me lo querían dar a mí y me dijeron que yo vivía muy lejos del país y que sabían lo mucho que estaba luchando por poner el nombre de España en los medios de comunicación en Australia y que no tenían a nadie como yo y por eso me dieron el premio a mí.

Sin embargo, los Loggiessiguen un proceso muy diferente, porque es por votación del público y tienen que rellenar una encuesta de unos 25 minutos. Por eso, si alguien se toma 25minutos de su vida, en la encuesta más aburrida del mundo, para ponernos como el mejor show, eso es el gratificante reconocimiento de la audiencia australiana.

Por último, ser embajador del Festival de Cine Español en Australia es todo un orgullo para mí.

CEXT:Desde el 2004 que llevas aquí, ¿cuántas películas españolas has visto y cuál te ha gustado más del Festival de Cine Español? ¿Cuál nos recomendarías de la cartelera de este año?

MM: Si te digo la verdad, las que he visto este año me han encantado. A mí siempre me han gustado mucho las películas clásicas del cine español, pero las contemporáneas que están saliendo son geniales. Por ejemplo, ‘1898 Los últimos de Filipinas’ es como el ‘BraveHeart’ español, un peliculón. Me gustó mucho también ‘Kiki, el amor se hace’porque es pura picardía española, como las películas de Fernando Esteso y Pajares que eran tan golfillas, pero en plan moderna. Me encantó también ‘Que Dios nos perdone’, una película policíaca y el documental de Sara Baras es increíble, porque te enseña el estrés que hay detrás en la organización de un evento y te das cuenta de lo que tiene que hacer un artista para juntar todos los componentes de un espectáculo, tres semanas para una actuación de unas horas.

CEXT: ¿Te sentiste en algún momento identificado con el documental de Sara Baras y la preparación para tu show de ‘The Living Room’?

MM: Claro, como dice Sara Baras en el documental, que lo que más miedo le da a ella es que salga un día al escenario y no haya nadie mirando o que se encuentre un día que no tiene inspiración y creo que eso es algo que nos pasa por la cabeza a todos los que trabajamos en frente a un público, que tenemos una responsabilidad muy grande y que intentamos ser más españolcada día.

En mi caso, tengo al Canal 10 de Australia diciéndome que tengo que dar clases de dicción para hablar un poco más australiano, a lo que yo conteste en versión australiana:“¿qué pijo de dicción si yo soy murciano?” (entre risas). Para mí, todo eso son vallas que tengo que ir saltando porque soy el único español en la televisión, con lo que no tienen referencia de cómo somos. Me dicen cosas como:“Miguel no saltes en el sofá”, “no hagas esto o lo otro”, como si estuviera en el colegio de los maristas de nuevo. Todo eso son mis pequeñas batallas diarias para dejar nuestra marca bien representada al 100% y no es fácil. Salir una noche en una gala con profesionales de la televisión siendo un inmigrante y cocinero, que no hay que olvidar que no tengo experiencia previa en la televisión, y me ponen delante de todos esos desafíos, teniendo que demostrar ese pequeño torero que los españoles tenemos dentro y lo llevamos como podemos. Para un toreador su toro será un Miura, pero para mí, mi toro es la audiencia

australiana y los productores de televisión para convencerles que esto es como somos en España y no tenemos por qué cambiarlo.

CEXT:Ya que estás presentando el documental sobre la bailaora Sara Baras y te sientes algo identificado con él, ¿te gusta también el flamenco?

MM: Hombre claro, en Sydney hice una pequeña improvisación y me puse a bailar flamenco. Todo el mundo estaba muerto de vergüenza y yo dije: “¿si?, pues ya verás” y me puse a taconear un poco. Lo pasamos muy bien.

Me encanta el flamenco, lo escucho siempre en el coche, como el Barrio, Camarón, Tomatito, el Concierto de Aranjuez, versiones modernas de Paco de Lucía. Disfruto mucho la guitarra española e intento incorporar el flamenco en mis programas de cocina. De hecho, hace poco estuve en un festival lleno de latinos y me puse a cantar ‘La Bamba’ y para casualidad, entre todos los comensales estaba James Morrison y tenía su trompeta y la cogió para acompañarme. La cocina y la música van muy bien juntos, es como el maridaje con el vino.

CEXT:Antes de comenzar a trabajar en la televisión, tenías un restaurante de comida española llamado Toro Loco en Sydney. ¿Qué es lo que te ha resultado más difícil hacerle probar a tus clientes?

MM: Hacía muchas cosas que eran auténticas de nuestro país, uno de mis retos fue hacer que los australianos chuparan la cabeza de las gambas, porque yo las servía enteras en el arroz, pero aquí las pelan y tiran el resto, incluso los cocineros no las usan. Así que iba mesa por mesa, enseñándoles cómo chupar las cabezas de las gambas, y les encantaba una vez que la probaban. Otro ejemplo, cuando hacía el arroz socarrado, había algunos clientes que me decían: “oye que el arroz se te ha quemado” y yo les tenía que explicar el trabajo que me costaba conseguir que quedara así y que en España las familias se pelean por tener la parte socarrada del arroz.

CEXT:Tras cerrar el restaurante y comenzar a trabajar en los medios, tú y tu mujer habéis creado la empresa ‘Miguel FamilyFood’ de comida española e importáis muchos productos de nuestra tierra ¿Hay algún producto en particular que te guste mucho de nuestra cocina pero que aquí es difícil o casi imposible de encontrar?

MM: El chorizo no he podido traérmelo de España todavía. He luchado con todas las leyes de cuarentena de España y Australia para traerme chorizo español y nada, hasta el punto que me he tenido que ir a una granja de cerdos en Victoria para hacer el chorizo español con nuestra receta murciana y ahora lo vendemos en el supermercado, pero no me lo puedo traer de nuestro país.

CEXT: ¿No te dejan el chorizo pero te permiten traer el jamón serrano?

MM: Pues sí, es muy raro, solo me dejan traer el jamón serrano, ni lomo embuchado ni chorizo.

CEXT: Última pregunta, y sé lo más sincero que puedas: paella, ¿con o sin chorizo?

MM: Esa es muy buena pregunta. Hace muy poco hubo una gran polémica con el Chef Jamie Oliver, todo el mundo fue en contra suya, principalmente cocineros de España. Para los cocineros españoles de alto nivel que no han cocinado fuera del país es algo muy difícil de entender qué tradiciones hay que romper para que la gastronomía española tenga éxito en países tan alejados. Aquí, la salchicha que gusta más a los australianos es el chorizo y de carne el pollo. Yo cuando tenía el restaurante si hacía paella de marisco se la comían, el arroz negro muchas veces no, pero si cocinaba la paella con chorizo, como les gusta tanto, hasta rebañaban el plato.

Es muy fácil criticar a cocineros que trabajamos fuera de España por echar chorizo a la paella, porque en Murcia al arroz le echamos chorizo, pero aquí le llamamos paella para que la gente lo identifique con nuestra tierra y entienda que es arroz. Sin embargo, si en el menú ponemos ‘Arroz con chorizo’, la gente no lo pediría porque no lo conocen, no lo asocian. Entonces, poner chorizo y pollo en el arroz es una estrategia que estamos llevando a cabo para que el australiano lo pruebe y demande.

En mi opinión, un logro así no se puede enturbiar porque lo queramos llamar paella en vez de arroz caldero o arroz con costra, lo puedes llamar como quieras y lo llames como lo llames, si estando a 20.000km de España estamos consiguiendo que los australianos cocinen y demanden cocina española, estamos ganando. Así que le pido a esos cocineros que nos critican que abran la mente y comprendan el esfuerzo que estamos haciendo para poner la cocina española en el mapa del mundo gastronómico.

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