Un 9 de julio de 1986, las Provincias Unidas del Río de la Plata –grosso modo Argentina, Uruguay y parte de Bolivia–, hasta entonces un virreinato de España, declararon su Independencia. Habían pasado 6 años de la denominada Revolución de Mayo (25 de mayo de 1810), primer paso hacia la articulación de un Estado argentino, iniciada en Buenos Aires mientras España peleaba por su propia independencia frente a las fuerzas de Napoleón.

Los representantes del pueblo se habían reunido en San Miguel de Tucumán, una pequeña ciudad situada al norte de los límites de la actual Argentina, para sesionar en Congreso y romper definitivamente los lazos con la Corona española:

“«Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en congreso general, invocando al Eterno que preside el universo, en nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos: declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que los ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojados, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando séptimo, sus sucesores y metrópoli.”, reza el acta aprobada aquel día en el Congreso de las Provincias Unidas.

De aquella fecha histórica se cumplen en este 2016 dos siglos y, por ello, Argentina se ha volcado para celebrar este episodio fundacional de la identidad nacional.

En lo político, en honor a aquel Congreso de Tucumán, los diputados y senadores argentinos cambiaron esta semana sus habituales bancas en Buenos Aires por otras en San Miguel. Hasta esa ciudad se desplazará el día 9 el presidente argentino, Mauricio Macri, para encabezar los actos oficiales del Bicentenario, escoltado por personalidades del país y del extranjero, como ni más ni menos que el Rey Juan Carlos.

Pero la fiesta no se quedará solo en Tucumán sino que recorrerá el país en sus cuatro puntos cardinales con conciertos, teatro, espectáculos de luces y fuegos artificiales… En Buenos Aires, los actos arrancarán el día 8 y el principal atractivo será una noche de gala en la plaza frente al emblemático Teatro Colón, en la que los porteños podrán disfrutar, entre otros, de las intervenciones del grupo cómico-musical Les Luthiers.

 Foto: Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.